EL VAGON AMARILLO

sábado, 28 de junio de 2014

PERROS DE UN SOLO AMO

Con la camisa no he tenido mayores contratiempos porque me gustan holgadas. Una amiga le recortó las patas y el tiro a los pantalones, al punto que me quedan como si hubiera nacido con ellos. En cambio, no encuentro el modo de congeniar con los zapatos grandes y ríspidos del muerto. No por lo mucho que pueden sobrepasar mis pasos, ni por las consecuentes ampollas o la torpeza que parecen estar destinados a infligirme, sino porque no hay forma humana de que los enrumbe según mi propia dirección. Los zapatos del muerto van únicamente hacia donde quieren ir. Son perros de un solo amo. No entienden de otra razón que no les lleve sino por el camino que el muerto dejara abandonado. 


José Hugo Fernández, de su libro de relatos “La novia del monstruo”.

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